El comercio pide un plan de choque tras
perder otro 6% de ventas en 2012
El comercio acumula 6.732
cierres de establecimientos desde el año 2.010
Otro año crítico para el
comercio. Y van cinco, desde el inicio de la crisis y el desmoronamiento del
consumo. Las ventas cayeron el año pasado un 6,1% y acumulan 28 meses
consecutivos de contracción. Desde 2008 se han perdido 46.300 empleos (el 13,9%
del total) en el sector y se han cerrado 3.400 locales comerciales. Este año
las estadísticas apuntan a que todo seguirá igual. No hay síntomas de mejora.
Total, que el secretario
general de la Confederación del Comercio de Cataluña (CCC), Miquel Àngel
Fraile, ha señalado hoy que es necesario poner en marcha un plan de choque que
no pasa, precisamente, por más liberalización de horarios o por la creación de
una zona turística en Barcelona donde se pueda abrir los domingos, como
reclaman algunos ejes comerciales de la ciudad.
"La confianza del
consumidor se encuentra en una situación alarmante", ha señalado Fraile.
La última señal de alarma se ha dado durante la actual campaña de rebajas,
donde ni los pésimos resultados de la campaña de invierno ni los grandes
descuentos aplicados han permitido acolchar la caída. "Hemos
pinchado", ha señalado el representante del pequeño comercio, tras
constatar una caída de la facturación durante la campaña de un 10%.
Fraile ha exigido un plan de
choque teniendo en cuenta que "el comercio es la primera empresa de
Cataluña", al menos respecto a la creación de empleo. En ese sentido, ha
emplazado al Gobierno catalán a remitir al Parlamento cuanto antes la nueva Ley
de Comercio, con la pretensión de controlar los periodos de rebajas y los
denominados “outlets” y poner barreras a la Ley de Unidad Mercado que
prevé Madrid, y que el pequeño comercio teme que se convierta en una nueva
puerta a la liberalización del sector.
La patronal del pequeño
comercio ha reiterado hoy su oposición tanto a la libre apertura en domingos
como a la ampliación del horario comercial hasta las 90 horas semanales, como
pretende el Gobierno central con el decreto liberalizador que aprobó el pasado
verano. Según los cálculos de la CCC, esa ampliación de horarios supondría un
incremento de los costes del 25%, un porcentaje que Fraile ha dudado que, en
plena crisis, se pueda recuperar por la vía de los ingresos de caja.
Respecto a la posibilidad de
crear una zona turística en Barcelona, la patronal sigue enrocada y se opone
pese a que el número de ejes comerciales favorables va creciendo. Fraile ha
señalado que esa liberalización no servirá para aumentar las ventas a los
visitantes extranjeros de Barcelona, como arguyen las plataformas que la
defienden.
"Eso es un mito",
ha señalado Fraile, quien ha demandado claridad y ha preguntado a las
organizaciones que están a favor si lo que quieren realmente es "captar la
demanda interna", creando en Barcelona los domingos "un parque
temático" adonde lleguen personas de todas las comarcas que rodean
Barcelona. Incluso ha atacado a los hoteleros por reclamar la creación de esa
zona franca comercial, acusándolo de ser el único sector que se aprovecha de la
celebración de eventos incrementando los precios.
La CCC reclama un mayor
control sobre los vendedores ambulantes ilegales —los denominados top
manta—, a los que ha acusado de ingresar cada año 100 millones de euros.
Asimismo, ha exigido a la Generalitat que cobre el impuesto de grandes
superficies comerciales, después que el Tribunal Constitucional (TC) lo
considerase legal. Las arcas catalanas tienen pendiente de cobro en torno a 120
millones de euros por ese impuesto, que la mayoría de los operadores se negó a
pagar hasta que hubiera sentencia firme del TC.
InverCor Consultoría
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