Te queremos dar a conocer Can Culleretes. Desde 1987 según
el libro Guiness de los récords, es el restaurante
más antígüo de Barcelona y el segundo de España. Se fundó en 1786,
Sussi Manubens y Siscu Agut, y actualmente también sus hijos y
nietos, son quienes han sacado adelante Can Culleretes desde mediados del siglo
XX, así que para que nos lo explicaran les fuimos a ver. Ellos emprendieron el
negocio y son los que han forjado el Culleretes que conocemos hoy, un
restaurante que se ha ganado la clientela a partir del boca a boca, gestionado
por tres generaciones de la familia Agut Manubens.
Actualmente, el restaurante está especializado en cocina catalana,
y para ello usa producto catalán y de mercado, siempre de calidad. Llevan
cincuenta años sirviendo los mismos platos, pero los más populares son el
picoteo de pescado y marisco, las cazuelitas de guisos, el civet de jabalí, la
perdiz a la cazadora y el bacalao a la llauna. Además, para todos los golosos,
es interesante saber que los postres son caseros. Pero este no es el rumbo que
ha tenido siempre, y, por eso, nos gustaría repasar los orígenes.
El año 1768 lo que hoy conocemos como restaurante era una crémerie
donde vendían dulces como natillas, crema, horchata, chocolate y comida blanca.
Hacia finales del siglo XIX Tito Regás, bisabuelo de Oriol Regás, fundador del emblemático local
Bocaccio, la compró y la convirtió en restaurante. Tito Regás instaló tres
grandes pinturas murales donde se representan imágenes de Barcelona, seis
paneles de cerámica catalana de Xavier Nogués —uno de los artistas modernistas
más representativos de Cataluña—, que se encuentran expuestas en el Museo de
Cerámica de Barcelona, y unas grandes luces. Finalmente, desde
mediados del siglo XX hasta ahora Sussie y Siscu son los que lo han sacado
adelante tal como es ahora.
¿Pero de dónde viene el nombre?
Nos explican que sobre el origen del nombre hay dos versiones. La
primera teoría se remonta al hecho de que cuando se empezaron a utilizar las
cucharillas de metal en el restaurante se utilizaban muchas porque así lo
pedían las especialidades de la casa —crema catalana, requesón, chocolate…— y
parece que en el restaurante no había suficientes. Por ese motivo, cada vez que
el camarero se acercaba al mostrador decía: “¡Chicas, cucharillas (culleretes)!
De tanto escuchar al camarero se fue adaptando el nombre. La segunda versión, y
según los propietarios, no tan probable, explica que el nombre del restaurante
se debe al hecho de que fue el primero de Barcelona en utilizar cucharillas de
metal en lugar de cucharillas de madera.
A pesar de su historia, hay que decir que el restaurante no deja
de estar al día y se adapta a las nuevas maneras de comunicar su existencia a
los clientes y a los clientes potenciales. En la decoración de los diferentes
espacios podemos encontrar diversos elementos que hacen referencia a su
trayectoria, pero también encontramos una gran cantidad de fotografías de todos
los que han pasado. Desde el torero Mario
Cabré (amigo íntimo del propietario) hasta músicos, artistas,
políticos, periodistas y personalidades de nuestros días. En este sentido
sabemos que Can Culleretes, aparte de mantener las características
fundacionales, también apuesta por la innovación y la adaptación a los
nuevos tiempos, y lo podemos ver en su comunicación: aparte de tener presencia
en la red a través del web, también los podemos encontrar en Twitter y Facebook.
InverCor
Consultoría de pequeños y medianos comercios
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